La emisión y renovación de pasaportes se ha convertido en un dolor de cabeza para los ciudadanos dominicanos.
A la crisis de libretas, que se agudizó a principios de año, se suma un nuevo obstáculo: las objeciones e impugnaciones a la licitación convocada por la Dirección de Pasaportes para adquirir más de un millón de libretas nuevas a un costo que sobrepasa los 600 millones de pesos.
Se trata de tres empresas que quedaron eliminadas por no cumplir con las libretas.
Por lo menos dos de estas compañías son reconocidas a nivel mundial, con experiencia en decenas del países.
Llama la atención que el país licite más de un millón de libretas mecánicas, cuando desde hace algún tiempo las autoridades anunciaron que pondrían en práctica el uso del pasaporte biométrico.
Según lo dicho, el pasaporte biométrico sería un requisito previo y obligatorio para que los dominicanos puedan viajar a la comunidad Schengen, en Europa, sin la emisión de visa. Sin embargo, el país sigue atado al pasaporte mecánico, pagando un alto precio.
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