SANTO DOMINGO, República Dominicana.- A casi dos años de la incautación por parte del Ministerio Público, una residencia se deteriora mientras su propietario mira impotente como el excremento de las palomas y las filtraciones acaban con su esfuerzo de casi tres décadas de trabajo.
Todo esto pese a contar con el documento que muestra como suya la propiedad que tenía alquilada, manteniéndolo actualmente como dueño de nada.
La Procuraduría General se limitó a decir que es el Tribunal que tiene que decir si devuelve o no la vivienda.
La próxima audiencia sobre este caso se conocerá el cuatro de abril en el Segundo Juzgado de la Instrucción, en el Distrito Judicial de San Cristóbal.
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