Con una infraestructura de 40 metros, en condiciones deplorables, la comunidad de El Gramazo, en Padre de las Casas, Azua hace lo imposible por formar a 42 niños matriculados en la escuela Vicente Cruz Victoriano.
Ubicado a 1,100 metros de altura, donde pareciera que nadie recordara su existencia, los residentes de este paraje tienen casi una década esperando que concluya la construcción de la escuela que ha sido prometida y pospuesta gobierno tras gobierno.
Las precariedades de los adolescentes determinados a conseguir su título de bachiller, van desde lo económico hasta caídas en el Río en Medio, que conecta esta comunidad con el municipio de Constanza, y solo cuenta con un puente de palos, amarrado con sogas para poder cruzar.
Hace unas dos semanas, luego de la visita del equipo de El Informe, los trabajos para la construcción de la escuela fueron reiniciados, lo que la comunidad aplaude.
Los residentes esperan que ya de una vez por todas la escuela pueda ser terminada y que entre en servicio lo antes posible, dado que se trata de un plantel, cuya primera etapa es de cuatro aulas de 7 x 8 metros, y se estimaba estarían listas este año.
No ha sido así y la espera continua.
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