SANTO DOMINGO, República Dominicana.- No es fácil hablar de la muerte a destiempo de uno de nuestros colaboradores más jóvenes, que tenía un gran futuro por delante. Jean Luis Reynoso llegó a SIN después de escribirnos un correo electrónico pidiendo formar parte de nuestro Grupo y en poco tiempo se ganó el corazón de todos, de ahí el gran estremecimiento que ha provocado su partido tras una batalla con el dengue.
Las personas que asistieron al funeral este lunes, en especial sus compañeros de estudio, estaban impactados, aun incrédulos y descorazonados; no podían aceptar que el joven amigo con el que habían entablado tanto aprecio y amistad y recibido de su parte tantas muestras de solidaridad, estaba a punto de partir, aunque no de sus corazones, donde el recuerdo y el agradecimiento perdurarán para siempre.
Jean Luis era un verdadero y admirado líder para todos ellos: se había ganado tal condición con dulzura y un proverbial don de nobleza con esa permanente sonrisa que proyectaba en todo momento una especie de rotulo diciendo; estoy presto a servirles.
No era el liderazgo impuesto o logrado con fuerza o arrogancia sino con el encanto de su personalidad amigable y entusiasta y en el camposanto este gran logro se evidenció, mostrando lo que un joven puede conseguir con naturalidad y buenos medios, convirtiéndose en un ente positivo de la sociedad, un ejemplo digno de seguimiento. El país ha perdido a un joven valioso, a una promesa que tenía gran futuro en diferentes disciplinas. Jean Luis nunca te olvidaremos.
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