SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Dos apreciables recursos naturales en el mismo corazón de la capital dominicana son los ríos Ozama e Isabela que para entendidos en la materia, deberían figurar entre los principales atractivos turísticos del país por sus inmejorables condiciones para la navegación.
Pero desde el inicio de sus desembocaduras hasta el mismo malecón de la ciudad, están literalmente convertidos en vertederos de industrias y empobrecidos sectores que arrojan sus desperdicios a estos causes.
Ahora las autoridades investigan estos vertidos, indagando sobre su contenido, los permisos ambientales de las empresas y si cuentan o no con las plantas de tratamiento necesarias para evitar que se continúe navegando en la inmundicia.
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