SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Una muerte repentina y un funeral completamente distante de las mieles del poder que le acompañaron por más de la mitad de su vida.
Hablamos de una ceremonia sencilla, realizada a los ocho días del fulminante infarto, que desató una controversia sobre si el ex dictador Jean Claude Duvalier, merecía recibir los honores póstumos, tal cual lo establece el protocolo, pero que muchos calificaron como un atropello a las víctimas de su régimen.
Pasar la página no es tan sencillo, cuando existen llagas tan profundas que ni el pasar del tiempo las ha podido curar.
Los recuerdos de lo que vivió el pueblo haitiano durante los 30 años que gobernaron los Duvalier, aún permanecen intactos y los sobrevivientes de las arbitrariedades del régimen de Baby Doc anunciaron que pese a su fallecimiento no detendrán las acciones judiciales en contra de él y sus colaboradores.
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