SANTO DOMINGO, República Dominicana.– El fraude es un mal que afecta económica y socialmente a todos los países del mundo. Se extiende en diferentes modalidades e impide el cobro efectivo de aranceles e impuestos que son colocados por los Estados a fines de recaudar los recursos suficientes para dar respuesta a las demandas sociales.
Las Aduanas como centro de recaudación tampoco están exentas de ser engañadas y burladas por diferentes vías, y aunque nadie está salvo de esta deficiencia, su combate dependerá en gran medida de los recursos invertidos para poder detectar cuándo y cómo se tratan de eludir los compromisos fiscales.
Es justamente con la puesta en marcha de un laboratorio que la Aduana Dominicana busca mejorar el cumplimiento de sus obligaciones, eficientizando y haciendo justos los cobros para el Estado y el empresariado.
Actualmente las autoridades elaboran las tablas de costos para los que quieran utilizar los servicios que allí ofrecen.
El laboratorio, que también cuenta con biblioteca, sala de juntas y auditorio, buscará su acreditación para que su oferta esté avalada en cualquier lugar.
Se encuentra en proceso de prueba y se espera que abra al público a partir de mayo.