SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Exhibidos como ejemplos de buena gestión. Sus historias de éxito se publicitan a nivel internacional, al punto de que quieren ser replicadas por otros países.
La realidad es que los Centros de Corrección y Rehabilitación del Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria, más conocidos como CCR, esconden otra cara, una en la que hay historias de muerte, maltratos físicos y amenazas, y en el que las consecuencias para los infractores parecen ser nulas.
Las denuncias nos han llovido durante años mediante llamadas desde los mismos centros y también han sido recopiladas por la Oficina Nacional de la Defensa Pública.
Esta noche, El informe investiga lo qué se esconde detrás de sus muros. ¿Son centros de corrección o de tortura?
Este jueves pasado, por segunda ocasión, solicitamos una entrevista con algún representante del Nuevo Modelo de Gestión penitenciaria, para que pudieran responder a las graves revelaciones en torno al funcionamiento del sistema. Esta vez, ni siquiera dieron respuesta a nuestra carta.
Durante el transcurso de nuestra investigación, internos de diferentes recintos, sin vinculación alguna, nos dijeron que además de las celdas de reflexión conocidas como la plancha, en los CCR existen otros lugares más inhóspitos llamados bunker, donde los presos son aislados durante meses, sin acceso a visitas y en condiciones que transgreden las reglas Nelson Mandela.
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