En el idílico destino de Puerto Plata, donde las playas paradisíacas y el cálido sol prometen ser el destino perfecto para celebraciones memorables, una agencia de viajes y eventos, se ha convertido en una cruel pesadilla.
Familias que viven en el extranjero, han tenido que afrontar la realidad de reservas inexistentes y promesas incumplidas, de celebraciones que incluyen bodas.
A todo esto, se le añade un repertorio de excusas interminables y un desdén absoluto por la devolución de millones de pesos que fueron entregados al dueño de la empresa, dueño que dicen no ha dado la cara y tampoco quiso hablar con El Informe.
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