SANTO DOMINGO.- Las unidades de unidades de cuidados intensivos, donde pacientes se debaten entre la vida y la muerte, en estado crítico por el COVID.
Los llevamos a varias de salas, en las que tratan a los intubados, conectados a ventiladores.
¿Cómo laboran 24 horas al día para salvarlos?
¿Cómo se enfrentan médicos y enfermeras a esta batalla emocionalmente?
Los desafíos de estos ángeles de blanco que ponen su vida en riesgo en la capital.
La tragedia del COVID lleva a algunos pacientes a recorrer hasta tres hospitales antes de ser trasladados en estado crítico a la unidad especializada de cuidados intensivos de CECANOT en la Ciudad Sanitaria Luis Eduardo Aybar.
El drama diario en estas salas, donde las vidas penden de un hilo, recae sobre los hombros de médicos y enfermeras que, aunque entrenados para atender a pacientes graves, experimentan a nivel emocional, algo devastador.
Pasamos cuatro horas siendo testigos de la odisea que se vive en esta unidad modelo, que cuenta con recursos que otros hospitales del país no tienen.
Pese a esto, los que llegan al área de diversas regiones del territorio nacional, son atendidos de la misma manera, en esta batalla por la vida, sin importar su procedencia.
Lamentablemente, el paciente de Villa Riva, falleció el miércoles en la noche.
De los 4 intubados, nos informan que a dos le realizarían traqueotomías hoy o este martes.
Mientras otros reciben salarios muy pero muy elevados, estos profesionales ganan sueldos muy por debajo de lo que se merecen.
Haber estado en esas salas de Cuidados Intensivos es aleccionador.
Es viendo esta cruda realidad y escuchado los testimonios de los pacientes que uno entiende la gravedad de la enfermedad y por qué insistimos en que no podemos bajar la guarda con respecto al distanciamiento social y toda costa evitar imprudencias como lo que ocurrió en Puerto Plata este domingo, que podría costarnos muy caro en unas cuantas semanas si los casos se disparan en esa demarcación, la quinta Provincia con más muertes, luego de Duarte, Santiago y el área del Gran Santo Domingo.
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