SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El desorden administrativo evidenciado por una auditoría realizada por la Cámara de Cuentas al período 2007-2011 del Ayuntamiento de San Francisco de Macorís ha vuelto a encender el avispero en los movimientos populares y organizaciones civiles de esa localidad que reclaman mayor transparencia en el uso de los recursos públicos. El monto total de las irregularidades asciende a casi mil millones de pesos en cinco años.
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El fraude a la nómina es investigado por el DPCA, en tanto que la cámara de cuentas remitió su informe con una opinión adversa, a las instituciones correspondientes para que tomen las acciones correspondientes.
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Acabamos de ver lo que, según la Cámara de Cuentas, ocurre en San Francisco de Macorís. En otras localidades del país la cosa no parece diferente.
Ausencia de estados financieros, empleomanía excesiva y registros contables truculentos son parte de las irregularidades descubiertas en decenas de municipios y distritos municipales en un estudio de la Cámara de Cuentas y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
El estudio de la Cámara de Cuentas y del PNUD concluye que la cantidad de personal en nómina, los bajos salarios que percibe el personal y las condiciones físicas de las infraestructuras que las alojan, son factores que explican la realidad de estas entidades, en especial de las juntas municipales.
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Existe, según concluyen, la necesidad de que todas las entidades municipales utilicen la misma clasificación para registrar los egresos y, que el Estado precisa hacer compatibles las clasificaciones y etapas de registro de las transacciones de gastos para lograr la consistencia de la información financiera.
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