Acusaciones mutuas de amenazas y hostigamiento mantienen en los tribunales a dos mujeres que pasaron de amigas cercanas a enemigas declaradas.
La tensión ha escalado a tal punto, que una parece tener un ejército de personas que supuestamente reciben amenazas de muerte, solo por conocerla o ser pacientes de su esposo y alegadamente no obtemperar ante las demandas de la persona que le quiere hacer daño. Sin embargo, las autoridades la acusan de ser ella misma la artífice de dichas amenazas.
La otra dice ha estado encerrada desde hace dos semanas, pero asegura vive un infierno que inició hace 4 años con la supuesta suplantación de su identidad, de alguien que envía mensajes a su nombre, creando cuentas de correos electrónicos, en Instagram y Whatapp con perfiles falsos.
¿Qué han hecho las autoridades y cuantos números telefónicos han rastreado, en esta guerra que ha afectado hasta el desenvolvimiento de un colegio, que ahora también ha sido arrastrado a los tribunales?
Hace dos semanas el Primer Tribunal Colegiado de Distrito Nacional fue apoderado del caso para la apertura de juicio de fondo en el caso del Colegio Montessori.
Lo cierto es que las autoridades están obligados a investigar todos los números telefónicos de los cuales supuestamente llegan las amenazas y los IP de donde salen los correos electrónicos, para de una vez por todas determinar quién es responsable de este caso, esto antes de que ocurra una tragedia de la cual todos tendremos que lamentarnos.
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