Tras darse a conocer que las autoridades incautaron una docena de parábolas satelitales en la cárcel La Victoria, las alarmas han vuelto a dispararse.
Es normal que así sea, dado el peligro que representa para la población que los privados de libertad dispongan de tecnología de punta.
Sobre todo, partiendo de que justo a principios de este mes un acusado de matar a un abogado en Santiago, habría declarado que lo hizo por encargo de un recluso.
Especialistas en tecnología de la comunicación consideran que las señales que facilitaban las parábolas instaladas en la cárcel La Victoria eran imposibles de ocultar. Indican que las mismas suministraban internet, televisión y wi-fi, y que la conexión de este último siempre se ve reflejado en cualquier aparato telefónico que acceda a la red.
Por lo que entienden, que si el sistema funcionaba no era de manera oculta, si no con el contubernio pleno de las autoridades del penal.
Deja un comentario