Las estafas electrónicas continúan sin control. Luego de que El Informe revelara cómo estos delitos se realizan mediante el robo de identidad, desaprensivos simulan ser propietarios de mueblerías en distintas partes del país, ofreciendo ofertas irresistibles.
Tras nuestra investigación, hemos recibido testimonios de personas que han pasado de ser empleados de establecimientos reales o clientes a ser señalados como timadores.
¿Cómo es que sus datos llegan a manos de estas redes de estafadores? ¿Qué repercusiones han enfrentado tras cuatro años siendo utilizados como carnada para engañar a los incautos?
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