Asesinada y descuartizada una mujer embarazada. Sus familiares aseguran haber interpuesto una denuncia antes de su muerte.
Como la crónica de una muerte anunciada puede definirse el caso de Eduarda Diaz Guzmán, la embarazada de 38 años, víctima de un brutal feminicidio que ha conmocionado a la comunidad de Doña Ana, en San Cristóbal.
Su rastro se perdió el jueves 23 de mayo cuando salió con destino a su trabajo en el hospital Juan Pablo Pina, a donde nunca llegó.
¿Cómo se enteró su familia de su trágico destino? Y ¿Qué tipo de denuncia dicen haber presentado antes de la muerte?
Intentamos comunicarnos con la fiscal Titular de San Cristóbal, Fadulia Rosa, para indagar sobre el caso, la denuncia interpuesta previa al asesinato y el protocolo que siguieron, pero no obtuvimos respuesta.
Sin embargo, desde la Dirección de Violencia de Genero de la Procuraduría general nos dijeron que cuando ocurre un feminicidio con una denuncia previa, le solicitan al fiscal actuante de la jurisdicción donde ocurrió, un informe de la actuación realizada en base a la denuncia que se hizo y una copia del expediente que remiten a la inspectoría del Ministerio Público, el órgano encargado de verificar que no haya ocurrido negligencia y que se haya actuado según los protocolos establecidos.
Los documentos, añadieron, también son enviados a la dirección de persecución.
Dijeron que ya estos trámites han iniciado.
Pese a que el crimen se cometió hace casi dos semanas, los familiares de Eduarda Díaz Guzmán aún no han podido sepultar los restos porque las autoridades del Inacif aún no los entregan, alegando que aún faltan partes.
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