Un menor de edad se ha convertido en el terror de una comunidad, acumulando un historial delictivo de dos homicidios en menos de un mes, además de robos y atracos.
Los familiares de las víctimas exigen justicia y piden que el agresor sea juzgado como mayor de edad, ya que aunque cometió los crímenes cuando tenía 17 años, cumplió los 18 durante el proceso legal.
No es la primera vez que se ven a menores involucrados en delitos graves, pero ¿qué dicen las estadísticas sobre esta problemática y porque no procesarlos como adultos?
Estados Unidos es el único país que no tiene fijada una edad mínima de responsabilidad penal, lo que permite teóricamente a cualquier niño sea condenado a penas de cárcel sea cual sea su edad.
En 2015 por ejemplo, había cerca de 3 mil menores de edad condenados a cadena perpetua, sin posibilidad alguna de lograr la libertad condicional.
Igualmente, según el Fondo para la defensa de los Niños señala que más de 76 mil menores son enjuiciados, sentenciados o encarcelados anualmente en ese país.
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