SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El jueves pasado arrestaron y acusaron al reconocido cirujano plástico dominicano, Hector Cabral Guerrero en la Gran Manzana. Dos acusaciones pesan en su contra tras denuncias de que consultaba en esa urbe para luego realizar cirugías aquí en el país.
Cabral Guerrero fue puesto en libertad bajo palabra con tal de que regrese a mediados de enero para enfrentar sus acusaciones.
Las mismas vienen a raíz de las denuncias de dos mujeres que residen en Estados Unidos, pero que han entablado sendas demandas por mala práctica aquí en el Distrito Nacional.
Se trata de un tema que veníamos investigando desde hace más de cuatro meses. Hoy, el cirujano respondió a las acusaciones en exclusiva.
El tribunal impuso una orden de restricción en contra de Cabral Guerrero, ordenándole que se mantenga alejado de Lissette Mejía. Debe volver a presentarse el 31 de enero del próximo año.
El médico fue apresado en un edificio de apartamentos de Queens en Nueva York y acusado de ejercer su profesión ilegalmente.
Héctor Cabral Guerrero asegura que se trata de una confusión. Estaba en el apartamento de una amiga de infancia que lo había invitado a una cena.
Sin embargo, un video grabado encubierto esa misma noche, muestra a Cabral Guerrero, consultado a una mujer en dicho apartamento. El precio de la consulta 20 dólares.
No obstante, las denuncias de Lissette Mejía interpuesta en Nueva York contribuyeron a la detención del cirujano plástico.
Había viajado a República Dominicana en abril del 2009 para someterse a una liposucción. Los problemas narra iniciaron después del procedimiento.
Mejía relata que le dieron calmantes para tranquilizarla.
El cirujano asegura que se le hizo la advertencia a Mejía, cuando dijo que tenía que regresar a trabajar. Como prueba muestra el record médico.
Da la misma explicación para el caso de Herminia Jordan.
Marcada permanentemente, cuenta con dos cirugías incluyendo un injerto para salvarla de quemaduras y una infección que amenazaban órganos vitales.
Jordan, de origen Panameño, pero residente en Carolina no estaba pasada de peso. Sin embargo quería un retoque para refinar su figura. Una amiga le recomendó al Dr. Hector Cabral Guerrero.
La fecha, 15 de enero de este año. Nunca imaginó que ese mismo día entraría al quirófano.
Durante esas horas le hicieron los exámenes de sangre y de corazón correspondientes. El costo de la liposucción, 3,500 dólares.
El dolor dice era prácticamente insoportable tras la cirugía. Asegura que nunca vio su estomago hasta que abandono la clínica.
Al día siguiente volvió a la clínica para un drenaje. Asegura que nunca le dijeron que estaba quemada.
Sin embargo, Herminia asegura que el mismo día en que se realizó el drenaje postquirúrgico, tomó el avión de regreso a Estados Unidos. Ya para el día siguiente, o sea cuatro días después de la cirugía, una amiga la convence a que vaya a la emergencia del hospital más cercano.
Le recetan antibióticos y calmantes y le dicen que regrese en tres días.
Esa intervención sería el preludio de la segunda.
Expertos consultados por El Informe dicen que ese tipo de quemaduras se dan por el mal manejo de equipos de ultrasonido utilizados durante las cirugías plásticas. Al preguntarle a Cabral Guerrero si utiliza este método, da versiones encontradas en menos de dos minutos, asegurando en este caso se utilizó la liposucción tradicional.
El Cirujano asegura que ha realizado más de 19 mil cirugías plásticas sin complicaciones y que estas dos mujeres forman parte de un chantaje por parte de Lissette Mejía por las conversaciones que tuvo con la paciente cuando le devolvió los 3,500 dólares de la operación y le dio 4 mil dólares adicionales para solucionar el conflicto.
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