SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Tras casi siete años de la muerte de dos hombres que servían como mensajeros en la casa de cambio Solano, el caso continúa impune.
En principio ocho personas fueron sometidas por el intento de asalto y posterior asesinato de los ciudadanos; pero solo tres fueron enviados a juicio de fondo y de estos, apenas uno se mantiene en el proceso.
Este último imputado y su padre, quien es fiscal adjunto, son acusados por los familiares de las víctimas de torpedear la ventilación del caso en los tribunales. De su lado, el funcionario judicial se defiende alegando que no ha sido culpa suya sino del sistema.
El imputado solicitó el pasado 29 de enero a la Suprema Corte de Justicia que declinara el caso a otro tribunal por sospecha legítima. En su instancia solicita que el proceso sea enviado a la provincia de Santo Domingo.