SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La agresión masiva a machetazos ocurrida hace una semana en Los Rieles de Los Alcarrizos pone de manifiesto no solo la violencia que se vive en los barrios, sino también la impunidad y, en muchos casos, la complicidad.
Este hecho deja ver que en la zona impera la ley del más fuerte y cómo se sobrevive en un sector nacido de la desorganizaciónón y la falta de controles.
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En Los Alcarrizos impera el código del Silencio por el temor a represalias, dos hombres dan la cara y dicen ser víctimas de Moisés, uno de ellos ha caído en sus garras dos veces.
Por la agresión en el Rinconcito de José Bar le fueron impuestos tres meses de prisión preventiva como medida de coerción a Jean Carlos Guillén Ogando, acusado de ser uno de los autores materiales aunque niega su participación en los hechos.
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