Próximamente Donelly Martínez, de 11 años, participaría en unas olimpiadas de Matemáticas, pero lo muerte impidió que llegara a la cita.

En la habitación del menor, donde todas sus permanencias permanecen meticulosamente intactas.

Las palabras entrecortadas de la madre del menor Maridania Tejeda, describen el panorama de desolación que arropa a la familia Martínez y los cuestionamientos que aún le invaden por la muerte del menor que nunca dicen les dieron motivo de queja.

A unos 10 kilómetros, en la esquina de la Calle Mella con Las Carreras en el corazón de Santiago…

El ambiente de luto en las Carreras, se extiende al cruzar la calle donde está ubicada la barbería propiedad del padre del menor desde hace 27 años, negocio que permanece cerrado desde que ocurrió la tragedia.

Un ambiente muy diferente a lo que se vivió en la misma calle el 12 de febrero, que, en cuestión de segundos, tronchó la vida de Donelly, sin su padre percatarse inicialmente.

La confusión y el caos de lo ocurrido el domingo 12 de febrero quedaron captados por el lente de numerosos celulares.

Pero son los videos de las cámaras de seguridad de la farmacia justo encima de donde estaba sentado Donelly, que mejor captaron los hechos que se desataron por el sonido de un llamado cajon o bocina.

El acusado, el cabo Alejandro Castro de la Cruz, dice el Ministerio Público se presentó “de manera desafiante y agresiva”…“con la intensión de que estos apagaran la música que tenían puesta”.

En “actitud violenta, abrupta y desafiante discute…y le rocía en su ojos gas pimienta al padre de Donelly, Anthony Martínez, ocasionando que  éste se aturdiera y se retira del lugar”, dice la fiscalía.

Las imágenes muestran al cabo, parte del equipo de respuesta rápida de la policía en Santiago, devolviéndose después de haber incautado la bocina.

“En todo momento portaba de manera visible y amenazante su arma de reglamento” dicen los investigadores y “se dirige nuevamente hacia la  víctima” Martínez, “apuntándole con su arma de fuego  manipulada” añadiendo que “al hacer contacto el imputado procede a realizar un disparo que impacta de manera mortal” al menor, en el “brazo izquierdo con entrada y salida y luego en el tórax”.

Puestas en cámara lenta, las imágenes muestran como el agente prácticamente nunca baja el arma.

El gentío se concentró en el enfrentamiento que se desarrollaba ya en el pavimento, rodeando a de la Cruz y a Martínez tratando de separarlos.

Transcurrieron unos 20 segundos antes de que la primera persona diera la voz de alerta, diciendo que el niño había sido baleado.

El caso que le costó la vida a Donelly no había sido el único hecho violento en el que el cabo de la Cruz se había visto envuelto.

¿Cuántas denuncias pesan en su contra y que tipo de entrenamiento recibió para formar parte del Equipo de Respuesta Rápida?

La llegada del cabo Alejandro Castro de la Cruz, conocido como Cocotico, al sector Nibaje de Santiago, también quedó captada en cámara el sábado 4 de febrero.

Asegura no era la primera vez que se presentaba el equipo de Acción Rápida al barrio, narrando que, a solo metros de su vivienda y dos negocios de su propiedad, hay un punto de droga.

El examen físico del médico legista indica que la joven tuvo un “trauma a nivel de hombro derecho” y que “refiere gran dolor” lo que “limita su movimiento”.

Por la lesión de “origen contusa”, le dieron 10 días de licencia.

En el caso de Donelly, el Ministerio Público acusa al cabo de Abuso de autoridad contra particulares y Homicidio Voluntario.

De la cruz ingresó a las filas de la policía el primero de febrero de 2016, fue ascendido en junio de 2021 y desde noviembre del año pasado pasó a formar parte del Equipo de Respuesta Rápida de Santiago, que viste igual que los SWAT y los Lince. Dichos equipos son sometidos, según la institución, a entrenamientos especiales.

Sin embargo, la policía confirmó a El Informe que De la Cruz no pasó por dicho programa de capacitación.

El cabo se ve en la escena donde agredió a la menor de 15 años, con su arma en mano y con el mismo movimiento amenazante.